lunes, 14 de abril de 2008

A tale/ Un cuento


"The Wooden Bowl"



A frail old man went to live with his son, daughter-in-law, and four-year - old grandson.
The old man's hands trembled, his eyesight was blurred, and his step faltered.
The family ate together at the table. But the elderly grandfather's shaky hands and
failing sight made eating difficult. Peas rolled off his spoon onto the floor.
When he grasped the glass, milk spilled on the tablecloth. The son and daughter-in-law became irritated with the mess. 'We must do something about father,' said the son.
'I've had enough of his spilled milk, noisy eating, and food on the floor.'
So the husband and wife set a small table in the corner.
There, Grandfather ate alone while the rest of the family enjoyed dinner.
Since Grandfather had broken a dish or two, his food was served in a wooden bowl. When the family glanced in Grandfather's direction, sometimes he had a tear in his eye as he sat alone. Still, the only words the couple had for him were sharp admonitions when he dropped a fork or spilled food. The four-year-old watched it all in silence.
One evening before supper, the father noticed his son playing with wood scraps on the floor.
He asked the child sweetly, 'What are you making?' Just as sweetly, the boy responded,
'Oh, I am making a little bowl for you and Mama to eat your food in when I grow up. ' The four-year-old smiled and went back to work.

The words so struck the parents so that they were speechless. Then tears started to stream down their cheeks.
Though no word was spoken, both knew what must be done. That evening the husband took Grandfather's hand and gently led him back to the family table.
For the remainder of his days he ate every meal with the family. And for some reason,
neither husband nor wife seemed to care any longer when a fork was dropped, milk spilled, or the tablecloth soiled.



On a positive note, I've learned that, no matter what happens, how bad it seems today, life does go on, and it will be better tomorrow. I've learned that you can tell a lot about a person by the way he/she handles four things:
a rainy day, the elderly, lost luggage, and tangled Christmas tree lights.
I've learned that, regardless of your relationship with your parents, you'll miss them when they're gone from your life. I've learned that making a 'living' is not the same thing as making a 'life..'I've learned that life sometimes gives you a second chance.I've learned that you shouldn't go through life with a catcher's mitt on both hands. You need to be able to throw something back.
I've learned that if you pursue happiness, it will elude you. But, if you focus on your family, your friends, the needs of others, your work and doing the very best you can, happiness will find you I've learned that whenever I decide something with an open heart, I usually make the right decision.I've learned that even when I have pains, I don't have to be one.I've learned that every day, you should reach out and touch someone. People love that human touch -- holding hands, a warm hug, or just a friendly pat on the back. I've learned that I still have a lot to learn.
"El recipiente de madera"
Un hombre muy viejito y débil se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de 4 años de edad. Las manos del viejo temblaban, su visión estaba nublada y caminaba con dificultad.
La familia compartía sus comidas sentados a la mesa. Pero las manos temblorosas del anciano y su poca visión hacían que comiera con dificultad. Las arvejas se caían de su cuchara al piso. Cuando tomaba su vaso de leche, ésta se derramaba sobre el mantel.
El hijo y la nuera estaban enojadísimos con tanto enchastre. "Debemos hacer algo con papá", dijo el hijo. "Ya tuve suficiente con la leche derramada, sus ruidos al comer y comida en el piso."
Y así la mujer y su marido pusieron una pequeña mesa en un rincón. Allí, el abuelo comía sólo mientras que el resto de la familia disfrutaba de su cena. Como el anciano había roto un par de platos, le empezaron a servir la comida en uno de madera. Cuando la familia miraba hacia donde se encontraba el viejito, a veces veían una lágrima en sus ojos mientras que comía sólo. Aún así, las únicas palabras que tenía la pareja para el anciano eran palabras de queja, llenas de retos y enojos, cuando se le caía el tenedor o derramaba su comida.
El nieto de 4 años miraba todo esto que ocurría en silencio. Una noche, antes de la cena, el padre notó que su hijo jugaba con pedacitos de madera en el piso. Le preguntó a su hijo dulcemente, " Qué estás haciendo?". Igual de dulce fue la contestación del niño, "Ah, estoy haciendo un pequeño recipiente de madera para que vos y mamá usen para comer cuando yo sea grande." El niño sonrió y siguió con su trabajo.
Estas palabras dejaron sin habla a los padres. Las lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas.
Aunque no se habló palabra, ambos sabían lo que debían hacer.
Esa noche, el marido llevó al abuelo de la mano y suavemente lo guió de regreso a la mesa de la familia. Por el resto de sus días, compartió cada comida con la familia. Y por alguna razón, ni el marido ni la mujer parecieron preocuparse cuando se caía un tenedor, se derramaba la leche, o se manchaba el mantel.
Mirando el lado positivo de las cosas, he aprendido que, sin importar lo que ocurra, ni cuán mal parezca estar todo hoy, la vida sigue, y va a ser mejor mañana. Aprendí que podemos decir mucho de una persona por la manera en que maneja o enfrenta estas cuatro cosas: un día lluvioso, las personas mayores, equipaje perdido y las luces del árbol de Navidad enredadas.
He aprendido que, sin importar qué tipo de relación hayas tenido con tus padres, los vas a extrañar cuando ya no estén en tu vida. He aprendido que muchas veces la vida te da una segunda oportunidad. Aprendí que si perseguimos la felicidad, nos eludirá. Pero, si nos enfocamos en nuestra familia, nuestros amigos, las necesidades del otro, nuestro trabajo y siempre hacer lo mejor que podemos en todo, la felicidad nos encontrará a nosotros.
He aprendido que siempre que decido algo con el corazón, suelo tomar la decisón correcta, que puedo tener dolores y penas, pero no debo transformarme en un dolor de huevos para los otros.
Y he aprendido que cada día deberíamos tocar a alguien. La gente adora y necesita ese contacto físico... tomarnos de la mano, una cálido abrazo, o una amigable palmada en la espalda.
He aprendido que todavía tengo tanto que aprender!!!!!!!

17 comentarios:

Alita dijo...

Simplemente MARAVILLOSO

Besos

Anónimo dijo...

que lindo, porque son tus palabras y tan tuyas y tan que me las quiero quedar

Notengo dijo...

como dice la canción de serrat:

Quizá llegar a viejo
sería todo un progreso,
un buen remate,
un final con beso.

En lugar de arrinconarlos en la historia,
convertidos en fantasmas con memoria...

Si no estuviese tan oscuro
a la vuelta de la esquina...
O simplemente si todos
entendiésemos que todos
llevamos un viejo encima.


es así, no? qué rápido que se nos va la paciencia con los viejos. actúan como chicos, pero son feos y huelen mal, entonces la paciencia, al ocote. ni pelota. es muy triste. está buena la historia. besos!

Maria Andrea dijo...

Gracias Jean!!! Me estas enseñando mucho! Besos!!!

SILVIA dijo...

Hola Jean..........
Muy bello texto, yo lo había leído hace mucho tiempo y me provoco mucha emoción hoy al leerlo denuevo me paso lo mismo.
} Todos los días aprendo algo nuevo creo que de eso se trata la vida de aprender de los errores y aciertos
Besitos

® ♫ The Brit ♪ ® dijo...

Ohh Jeannie!
This is so beautiful and sad!!
as soon as I had read it I remembered the sayings:
"What goes around comes around"
"Do unto others what you would wish be done unto you"
"Family is the centre of your world"

I really loved reading this! Thank you!
Muchos Besos Dear Friend! :)

Jean dijo...

Ale, GRACIAS!!! Y FELZ que estés por acá! Besos!

Cyn, podés quedarte con las palabras mías que te gusten... porque para eso están, para compartirlas y hacer que otros también puedan ser felices. Besos!!

Cons, qué lindas palabras las de la canción!! Y es así, sin duda! Qué pena perder la paciencia... porque después se los echa mucho de menos!! Me alegro que te haya gustado la historia! besos!!!

Jean dijo...

Andrea, lejos de querer enseñar nada a trav;es de lo que escribo... sólo compartir lo que soy y lo que pienso y siento. Pero si eso sirve para hacerte más sabía, mejor aún! te quiero mucho! besos!!!! =)

Silvia, sí que es un texto bellísimo! Y te provoca esas ganas de seguir adelante, de ser paciente, de saber escuchar y comprender y no sacar conclusiones apresuradamente, y de aprender, siempre seguir aprendiendo! Besos!!

Dearest Donnie! So nice to have you back! I really missed you so much!!! All those saying certainly sprang to my head as soon as I had read it too... the words are so beautifully spoken and they are so true. Because we are eternally learning. And those who think they know it all had better saty at home and die ignorant! Muchos besos!!!!

Hurricane dijo...

Y ni te digo todo lo que me enseñó ese texto a mi. No lo conocía, de modo que te lo agradezco.
Un beso

Ani. dijo...

Guauuuuuuuuuu!!!!, esto llego a lo mas profundo de mi corazon, y mas cuando recuerdo momentos en donde realmente pasaba esto, y no es un simple texto, es la realidad en la que vivimos, siempre los abuelos
son desprestigiados,marginados, y muchas veces humillados por los hijos, nietos, y demas.
Un dia una profesora del colegio me dijo, disculpa la demaora, pero tuve un inconveniente con mi mamà, cuando se vuelven grandes los padres dan mucho trabajo, y uno tiene que estar detras de ellos y aveces dan dolores de cabeza, yo le conteste, alguna ves ellos fueron jovenes y usted una niña, adolescente y tambien le habra llevado dolor de cabeza, creo que alguna ves llega el intercambio no?, no supo que contestar.
Un beso enorme para todos los abuelos y abuelas que estan por la vida buscando un lugar.
Ani

Jean dijo...

Hurricane, pero qué alegría ENORME verte por acá por fin!!! Me pone tan feliz!!!! Y mucho más que algo que leíste por acá te haya servido. No tenés por qué agradecerlo... sólo espro veret más seguido! besos para vos tambien!

Dani Desmond dijo...

"He aprendido que siempre que decido algo con el corazón, suelo tomar la decisón correcta, que puedo tener dolores y penas, pero no debo transformarme en un dolor de huevos para los otros."

Que bueno es venir a una vida tras otra a aprender... lo bueno de equivocarse es eso: A-PREN-DER.

Y Jean... no te olvides que no se hace experiencia en cabezas ajenas.
Es bueno pasar a "verte" otra vez.

Bsitos.

Daniel E. Jerez

Jean dijo...

Hola Ani!! Es así, nena, a los viejos solemos tratarlos como que están en el camino, y son los chicos los que siempre nos hacen ver al realidad... en todo, siempre! Besos!!

Daniel, qué linda sorpresa, después de tanto tiempo!!! Totalmente de acuerdo que lo bueno es parender... lástima que haya tantos ignorantes que se la creen que se las saben todas, no? porque son esos los que acaban rompiéndonos las pelotas! jajaja
Fue lindísimo en serio que pasaras a verme otra vez... espero verte seguido! besos!!!

Z E N dijo...

guauu, que precioso post...y que sabias palabras, porque desprenden comprensión a través del Amor.

Me encantó su post, muchas gracias por transmitir todo esto tan puro y cien por ciento posible.

Un beso grande, y que tenga un muy buen día Ud. y sus cachorras.

Jean dijo...

Muchas gracias, Zen! Que tenga ud también un muy buen martes! Beso grande!

bill.barítono dijo...

This message about the elderly is really terrific stuff! Loved it dear friend!! Really moving!!
have a nice day!

Jean dijo...

William, I am so glad you enjoyed it! it moved me a lot when I saw it! Have a great day too! Muchos besos!!