lunes, 22 de febrero de 2010

La sinceridad


En este último tiempo, mucho más que en otros momentos, me he estado topando con gente que, como yo, optan por la sinceridad antes que la mentira. (aunque siguen apareciendo una vez cada tanto los eternos mentirosos, naturalmente!)
Me hace muy bien estar atrayendo a este tipo de personas a mi vida... me hacen bien... porque como yo, hablan con la verdad. En más de una ocasión, somos más sincericidas que sinceros, pero siempre vale la pena.
Porque este decir la verdad, tal cual es, a pesar de hacernos más vulnerables, a pesar de parecernos a los kamikaces que se mandan de una defendiendo lo que creen verdadero, manteniendo sus valores y siendo siempre honestos y transparentes, puede hacernos parecer suicidas.
Esta sinceridad puede en muchos casos hacer que algunas de las personas que se nos acercan, no entiendan nuestra necesidad de mostrarnos tal cual somos. En parte, esto tiene que ver con esas fantasías que ellos mismos se crean en su vida para ser aceptadas por los otros... pero a la larga o a la corta, las caretas se caen, y no se dan cuenta que en el camino pueden lastimar a otros... además de a ellos mismos.
Lo que decía con respecto a la sinceridad es que me he encontrado con personas nobles, puras, sensibles (y no es casualidad... ya lo he dicho tantas veces antes, que nada ocurre por que sí... todo tiene un motivo... y por algo aparecen en nuestra vida).
En la generalidad de los casos, todos (y yo me incluyo), apenas conocemos a alguien, tenemos algún tipo de freno, coraza, muro, tapujo... como quieran llamarlo... un mecanismo de defensa por el cual intentamos no mostrarnos por completo, como una forma de preservarnos. Pero esto no dura mucho cuando vemos que del otro lado se encuentra una persona tan sensible como nosotros.
Es por esto que en estos últimos tiempos, me he estado encontrando con personas espectaculares, con sus propias historias de vida, sus experiencias y vivencias, las cuales a pesar de ser muy diferentes en algunos casos a las mías, y que a veces no comparto, están en mi vida. Porque son nobles, porque son sinceros, porque dicen las cosas que les pasan, lo que sienten, por lo que están atravesando en su vida TAL CUAL ES.. cometiendo quizás un sincericidio... arriesgándose a no ser aceptados, a que los cuestionen, critiquen, juzguen... pero siendo ellos. Y siempre diciendo la verdad.
Esto es algo que yo en lo personal valoro mucho.. no soy de juzgar... cada uno hace de su vida lo que considera es lo mejor... o lo que quiere... o lo que puede... yo sólo puedo dar mi opinión, sugerir, aconsejar, cuando me lo piden... pero jamás imponerme...
Y siempre, siempre, escuchar... de eso se trata. En las diferentes relaciones que entablamos en nuestra vida, el escuchar es un ingrediente primordial... y eso es algo que sé hacer, que disfruto haciendo... más de una vez me han criticado porque no saben mucho de mí... y es que no suelo hablar de mí salvo que me pregunten... sé cuando alguien necesita ser escuchado... y creo que es por esto que los que se acercan a mí, suelen sincerarse.
Y más de una vez, más de uno, me ha dicho... "uf, mejor no hubiera dicho nada... ahora seguro que ésto va a haber cambiado la relación que teníamos..." (usando términos como oscurecido, empañado, cambiado, destruido... y así siguen). Pero no, todo lo contrario... porque me hace bien saber al otro tan sensible, vulnerable y humano como yo. Y eso sólo se logra siendo sinceros...

2 comentarios:

Vero dijo...

Bueno...creo que con lo que escribi en mi blogg cometi sincericidio...

Jean dijo...

Noooo... el sincericidio es más directo... vos te cuidaste de no decirle a quien debías lo que dijiste, así que quedate tranquila. Igualmente, si lo hubieras cometido, está muy bien.