martes, 9 de febrero de 2010

Y no me servís más!!




Uuffff... cómo decía ayer cuando terminé mi post anterior, las ideas empezaron a volar como locas, a golpearse dentro de mi cabeza que parece que no puede dejar de pensar ni un instante...

A pesar de ser una persona muy emocional, visceral, que se deja guiar por las emociones y los sentimientos, es este tiempo que he estado de vacaciones... pero de vacaciones totales!: léase, sin trabajar, sin horarios, sin responsabilidades, sin hijas! (sí, se fueron a pasar UN MES con el padre!), mi cabeza, que tanto descanso necesitaba, se tomó unos días, permitió que mi corazón estuviera triste por la ausencia de las gordas en casa... y después empezó a mil!

Cuando ayer leí el mail que posteé acá en el blog, no pude ni por un instante dejar de visualizar lo que decía Galeano con respecto a las personas de su generación... que vale aclarar que no es la misma generación que la mía, pero qué parecido que nos han criado!
Y junto con esa tan nítida visualización, en la que aún me veo hoy, guardando las tapitas de las gaseosas (que el año pasado muy bien viieron para las colectas que hicimos en el colegio para el Hospital Garrahan), separando los desechos orgánicos de los inorgánicos (no porque se lo vaya a dar a las gallinas.. simplemente porque así me educaron), guardando los diarios que sirven para tantas cosas... el uso de las latas... el guardarlo TODO por si en algún momento se necesita... junto a todas estas imágenes, se me mezclaban pilas de ideas.
Entre las tantas cosas que pensé, una de ellas tiene que ver con el empezar a tirar cosas... ya basta de juntar "por las dudas que después pueda servir"! Así que esta mañana me levanté y empecé a ordenar papeles... recibos de facturas que pagué de mi casa en Núñez... la que perdí cuando me estafaron allá por el año 2005... para qué los segu;ia guardando...? "Por las dudas". Por las dudas de qué... me pregunto hoy? Tiré viejísimos exámenes y ejercitaciones de hace ya ni me acuerdo cuánto... es un comienzo.. queda tanto por hacer.
Pero las ideas que más rondaban en mi cabeza eran las que tenían que ver con el paralelismo entre las cosas y las personas. Nos criaron pensando en que las relaciones son para siempre... las personas que entran en nuestra vida lo hacen por un motivo... por lo general tiene que ver con la afinidad, esas cosas en común que hacen que seamos amigos de tal o cual persona.
Tenemos amigos de toda la vida, otros que entran en determinado momento... pero jamás creo yo, acaparamos personas por que sí.. todas están por algo, dejan de estarlo por algo también y vuelven a entrar por algo.
Nos enseñaron que el matrimonio era para siempre... y así fue como yo lo quise.. al mío... y quizás por este afán que sea para siempre, es que me quedé mucho más tiempo del que hubiera sido conveniente o necesario... porque la luché, porque no me dí por vencida ni aún vencida, porque no salí corriendo ni pegué un portazo o menoscavé o insulté al aquel entonces mi marido ante la primer dificultad que se nos presentó.
Y fue ahí donde me puse a pensar... valió la pena tanto esfuerzo? la respuesta que hallé fue que SÍ... lo valió... porque lo intentamos, y salimos de muchas.

Pero actualmente, en esta sociedad de consumo, en que todo se compra (incluyendo muchas veces a las personas que entran en nuestra vida), en que todo lo que no sirve se tira y se reemplaza por otro nuevo y mejor (y aquí nuevamente las personas también están incluídas)... ya no hay el tipo de relaciones a las que estábamos acostumbrados...
Las nuevas generaciones, y muchas generaciones más antiguas, en la vorágine por ver quien es más, quien tiene más, quien puede más, no sólo se llenan de cosas que luego tiran, sino que acumulan "amistades" que desechan en cuanto ya no les son útiles... ante la primera posibilidad de problema o desacuerdo, se despegan de la persona que tienen a su lado y buscan otra para reemplazarla: que sea un modelo más nuevo y mejor... que sea más útil.
Sé que sonaré como una vieja quejosa... pero se han perdido los valores... y cómo me jode eso!!
Pero OJO!!! No estoy diciendo con esto que debemos apegarnos a estructuras que ya no podemos soportar por el simple hecho de no romper con una estructura... cuando las cosas ya no van, cuando hicimos absolutamente todo lo que estaba a nuestro alcance por mejorar algo que ya no puede ser mejorado, entonces sí... ya es hora de dejarlo ir... pero eso es muy distinto a desechar!!!
No se lastima en este proceso, porque nadie es tan ciego como para no ver que se ha luchado por solucionar los problemas, por enmendar los errores... cuando después de lucharla mucho, ya no se puede mantener más esa estructura, entonces lo más sano para todos es romper con ella.... con el consabido duelo que ello implica... pero sabiendo que no se lastima ni se daña a nadie... nos estaríamos dañando si quisiéramos seguir sosteniendo lo insostenible.

4 comentarios:

Pablo M. Burkett dijo...

"Gean", no me canso de decir cuánto me asombra esa valentía de exhibirte públicamente. En la entrada en comentario, tanto más. Uno puede hilvanar tu ficha biográfica con una simple lectura.
Y las reflexiones son por demás de elocuentes. Nos pasamos la vida apilando cosas por si alguna vez las pudiéramos necesitar. No en vano vivimos en un país colonizado por italianos y el "chi guarda, trova" forma parte de nuestra idiosincrasia.
Por supuesto que no es infrecuente que, cuando nos decidimos a tirar lo atesorado, al día siguiente se suscita la urgente necesidad de recuperarlas.
Pero siempre será preferible construir a esperar por si le damos un uso.

Felicitaciones. Un beso.

Anónimo dijo...

Jean, ¿sabías que las personas que guardan objetos por si mañana los pueden necesitar, son personas desesperanzadas?
Soy "tiradora compulsiva", me produce mucho placer despojarme de lo que no uso, ocupa lugar y puede servirle a otro.
Una vez investigué sobre mi patología, y me encontré con que quienes hacen lo mismo que yo, son personas esperanzadas, que no piensan en necesitar un día lo que dan de baja hoy; piensan, en que si lo necesitan, podrán volverlo a obtener de algún modo.
Para que en nuestra vida, entren cosas nuevas, hay que hacer espacio.
Con respecto al matrimonio o la pareja, sé muy bien de lo que escribís, de hecho me encuentro peleándo desde hace años, a capa y espada.
Si algo no concibo, es descartar a las personas a quienes les prometimos estar en las buena y en las malas.
No comprendo como puede resultar tan simple -en algunos casos- cambiar de compañero/a a cada rato, al menor tropiezo.
Yo también, fuí criada como vos, veo.

Un beso, y hacé lugar en tu casa para que tenga espacio lo nuevo.

Jean dijo...

"Jarrito", qué alegría que te hayas podido hacer de un ratitín para pasar por acá. Ya hemos hablado extensamente sobre lo que vos llamás valentía en m[í... y sigo sosteniendo que no es nada por el estilo; soy simplemente YO. Me conocés desde hace un buen tiempo ya, y sabés que soy transparente como pocos. A través de estos escritos, me siento bien diciendo lo que me pasa, es una manera de poner en palabras el despelote que soy por dentro... de otra manera sabés cuánto me cuesta, pero sí que estoy aprendiendo!! jeje
Y qué buena tu reflexión final!! De eso se trata siempre... de construir! Besos!!

Jean dijo...

Marí... algo de eso sabía. A pesar de eso, yo no me veo como una persona desesperanzada. Los que me conocen bien saben que si hay algo que nunca pierdo es la esperanza. Siempre, por más que ma caiga, que la vida me dé alguna sorpresa desagradable, que sufra... me vuelvo a levantar, segura que lo que vendrá será mejor, porque mi mochila se agranda con el nuevo conocimiento adquirido, porque nunca dejo de aprender. Así como nunca dejo de creer!
Estoy de acuerdo que necesitamos hacre espacio para que en nuestra vida entren cosas nuevas... es lo que yo llamo ir cerrando círculos. Para poder pasar al siguiente, debemos cerrar el anterior. De otra manera, nos veríamos inmersos en un espiral que no tiene salida.
Es la generación del consumismo la que descarta a las personas de la misma manera que lo hace con los objetos que ya no les son útiles... patético en verdad. Y sé que somos muy parecidas, y estoy con vos... seguí peleándola... lo vale!! Pero no porque lo prometimos, sino porque es lo que sentimos hacer como nuestro.
beso grande!!! Paso más tarde a leerte!