Nuestras vidas están hechas de una sucesión de momentos... momentos de pasión, de tranquilidad, de euforia y de tristeza; momentos de calma, de furia, de bronca y de paz; momentos de agradeciemiento, de movimiento, de cansancio y de expectación.
Hay otros momentos en que quizás pensemos que no está pasando nada... o que quizás está pasando demasiado, y no sabemos qué hacer para poder procesar todo eso.
Pero son siempre momentos... los cuales muchas veces no sabemos valorar como importantes para hacernos ser lo que somos y como somos.
Solemos transitar este camino siempre poniendo demasiada energía en querer llegar a la meta, en intentar lograr nuestros objetivos, en poder cumplir nuestros proyectos. Y esto a veces hace que nos perdamos de darnos cuenta del valor que tienen algunos de los pequeñísimos momentos que estamos vivenciando.
Tanto nos preocupamos por ser respetados, exitosos, que nos acepten... que dejamos pasar, casi sin darnos cuenta, a personas que hacen la gran diferencia en nuestra vida.
Otras tantas veces el no tomar en cuenta a estas personas y estos momentos se debe a que tenemos miedo a cambiar nuestras estructuras, tememos alejarnos del camino que nos habíamos planificado para seguir y así poder alcanzar nuestras metas.
Pero por suerte he aprendido que, a pesar de tener objetivos claros, lo más importante es disfrutar el trayecto, y en ese disfrutar de esos pequeños momentos, descubrir que quizás si determinadas personas entran a nuestra vida, si de repente alguien decide transitar parte de nuestro camino juntos, no es por casualidad. Están ahí para hacer el trayecto mucho más llevadero, para que aprendamos algo de llos, para poder enseñarles algo... y de ninguna manera implica que nos alejamos de lo que ansiamos. Simplemente estamos caminando a otro ritmo, aunque en la misma dirección.
Y también puede ocurrir que son estos momentos los que se nos presentan para demostrarnos que lo que originariamente había sido un lugar o estado al cual queríamos llegar, un proyecto que deseábamos cumplir, no es el que realmente nos está haciendo falta... porque no es lo mismo lograr todo lo que necesitamos a lograr todo lo que queremos. Cuando deseamos algo con toda nuestra alma, dependerá de nosotros poder llegar a eso... pero, deseamos siempre lo que es mejor para nosotros?
Por eso... miremos a nuestro alrededor, tomémonos el tiempo para disfrutar de cada momento, de cada persona, de cada situación que se nos presenta en el día a día... eso nos ayudará a ser menos estructurados, pero por sobre todo a disfrutar esta vida tan rica en experiencias que se nos regaló al nacer para hacer lo mejor que podamos de ella.
Momentos... de alegría, de incertidumbre... momentos de necesidad del otro, de alejamiento y ostracismo... momentos, momentos, y más momentos... Aprendamos a disfrutarlos y a sacar lo positivo que cada uno de ellos tiene, porque para lo negativo, uuuffff... ya está lleno el mundo de eso, no permitamos que entre en nuestra vida, porque no sirve.
3 comentarios:
Desde hace un tiempo a esta parte...he aprendido a disfrutar de cada cosa que me sucede...hasta de lo malo eh!!!...porque siempre le saco esa parte positiva.
Gracias a Dios tengo a esas personas que me acompañanan en el trayecto,sin sacarme...como bien decis vos...del foco de las metas a lograr.
Me caigo y me levanto veinte millones de veces...pero TODO es disfrutado,y pongo primera y arranco de nuevo,lloro,grito,pataleo,rio,bailo,
salto...siempre gozando del momento.
Como siempre...no se si tiene algo que ver con tus pensamientos...pero sabes que vos, la voz de mi alma, escribe para dejar salir de mi....todo lo que siento jajaja...besos negraaaaaa
Ay negrita!!!! Qué te parió! Sabías que cada vez que me decís que soy la voz de tu alma me hacés llorar?
Porque como te dije en Face... simplemente sé que llegué de jugar al hockey, me senté frente a mi laptop y dejé que mis dedos teclearan... no tenía idea de lo que saldría. Pero como muy bien decís, son los momentos que debemos disfrutar, sin importar si nos hacen gritar, llorar, sonrier o matarnos de risa a las carcajadas, ya que siempre de TODO sale algo bueno! Besos!!!
Jeannie, como siempre, brillante lo tuyo. Leia que le comentabas a Vero que simplemente te sentaste frente al teclado sin saber lo que ibas a escribir y que te salio esto. Y no lo dudo, porque esto otra vez vuelve a mostrarnos lo intensa que es tu vida interior, algo que tan pocos poseen y que tanto asusta al que no la tiene. Y si hay algo que aprendi de vos en todo este tiempo que nos conocemos, es que disfrutas, valoras, respetas, recordas y sacas lo mejor de cada momento de tu vida, muchos de los cuales no fueron para nada faciles. Por eso y por ser lo que sos y como sos, cada dia te quiero mas. Muchos besos!
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