viernes, 12 de marzo de 2010

paciencia....

Dicen que uno debe ser paciente y que todo llega... que todo se acomoda... pero creo en realidad que, a pesar que uno debe ser paciente porque todo es lo que tiene que ser eventualmente, también hay mucho de nosotros en ese hacer que las cosas se acomoden.
Es verdad que debemos ser pacientes, pero las cosas no ocurren por que si... en ese esperar, somos nosotros los que nos adaptamos, los que cedemos, los que nos transformamos para lograr que todo se acomode... o que por lo menos seamos nosotros los que nos acomodemos a las diferentes situaciones...
Llos problemas, las diferentes cosas que nos van pasando siempre ocurren por algo: ya sea por una actitud nuestra de salir a buscarlas, por una palabra de aliento o desaliento... siempre hay algo que hace que las cosas sucedan... y no podemos quedarnos expectantes a ver qué pasa... si hay un problema no podemos decir, "Paciencia que ya se solucionará"... hay que actuar... y después tener paciencia a ver si el resultado es el que esperábamos.
La paciencia bien entendida es una virtud que muy pocos poseen ... porque no debemos confundir paciencia con un dejarse estar o un dejarse llevar por lo que ocurre a nuestro alrededor esperando que todo ocurra por si solo. Ese tipo de magia no existe. En todas las situaciones que vivimos, en todas las relaciones que entablamos, siempre hay algo que ganamos y otro algo que perdemos. No siempre lo que perdemos es superior a lo que ganamos, y es por eso que muchas veces podemos no darnos cuenta de lo que dejamos en el camino (ya sea porque cedimos, desistimos o nos adaptamos a la situación del momento). Pero cuando lo que dejamos en el camino es mayor a lo que ganamos, entendiendo a ganar no como el provecho que sacamos de las situaciones o de las personas sino aquello con lo que nos beneficiamos porque nos hace mejores personas, más plenos y felices, en esos casos porque la pérdida es tan grande, quizás no nos damos cuenta de lo que hemos ganado.
Un muy buen amigo mío, sí, el mismo que escribió "el problema son las huellas", me dijo hace un tiempo atrás que todo era cuestión de paciencia, que las cosas de la vida se van acomodando solas, que uno se hace más fuerte o más insensible a determinadas ausencias o faltas de..., pero que con paciencia todo se supera sin necesidad de ir al encontronazo, sin hacer falta luchar por algo o ir al choque por lograr que las situaciones mejoren o acaben por acomodarse.
Y no estoy tann segura de estar de acuerdo con él... porque no podemos vivir pensando que todo llega, que todo se acomoda y que no pasa nada, que uno se acostumbra a todo... a la falta de amor, la falta de sonrisas, mimos, palabras amables de aquellos a quienes en algún momento habíamos amado. Paciencia en estos casos para qué? Para decir... "Pude sobrellevarlo"? pero, a costa de qué? De dejar de sentir, de ya no sentirnos motivados por la pasión, por la entrega total, por la felicidad, por ese cosquilleo que solíamos sentir... pero que porque ahora ya somos grandes no vamos a volver a sentir?
No, la paciencia no es dejarse estar ni llevar por lo que nos rodea... la paciencia es para mí tener objetivos claros, hacer y accionar en todo lo necesario para lograrlo y recién ahí esperar a ver qué pasa. Los hombres de campo tienen paciencia... porque siembran, le brindan a la tierra todo el cuidado necesario para lograr  su objetivo... y luego deben tener paciencia para ver los frutos de su arduo trabajo, para cosechar aquello que se habían planteado como meta en un comienzo. Y de la misma manera... en todos los órdenes de la vida, la paciencia es esperar una vez que hemos accionado para lograr nuestro obejtivo.

lunes, 8 de marzo de 2010

El problema son las huellas


Un amigo a quien quiero muchísimo escribió esto: "El problema son las huellas..."
Nunca le pregunté por qué lo decía... pero a partir de esa frase, muchas cosas se empezaron a movilizar aún más dentro mío... yo, que siempre estoy sintiendo, revolviendo dentro mío tratando de entender por qué siento lo que siento, intentando descubrir cómo evitar seguir equivocándome una y otra vez, cómo preservarme un poco para mí... Pero lo que escribió fue suficiente para movilizarme aún más de lo que siempre está movilizado mi interior.
Y esa movilización suele hacer que mi estado de ánimo, que suele ser tan positivo a pesar de todo, cambie. Me vuelvo más introspectiva, triste, siento la soledad calar mucho más profundo de lo que le permito que haga.
"El problema son las huellas..." es una frase tan llena de verdad, y no es que la verdad puede ser en parte cierta y en parte no; la verdad es absoluta, siempre, le guste a quien le guste. Y esta frase, que considero tan cierta, tan llena de sabiduría, se presta para ser interpretada de tantas maneras... Porque las huellas son un problema en si mismas.
Ya sea que hayamos amado mucho y luego hayamos decidido seguir caminos diferentes, las huellas que ese amor ha dejado son imborrables, pudiendo presentarnos con un problema si empezamos a comparar a esa persona con las que luego seguramente seguirán entrando en nuestra vida, porque nadie jamás es igual a otro. Si hemos tenido una mala experiencia, sin lugar a dudas que las huellas que nos han quedado se convertirán en un problema, por el temor a volver a confiar, a permitirnos volver a sentir amor.
Las huellas que dejan los amigos que en algún momento parten también nos presentan con el problema de la añoranza, del vacío, de lo que ya no podrá ser...
Huellas, huellas y más huellas van marcándonos a lo largo de la vida... las huellas que dejan los años sobre nuestro rostro... las arrugas que van marcándose cada vez con más fuerza como cicatrices de lo vivido, las penas, los fracasos, el dolor, los momentos difíciles y las pérdidas... esa huellas sobre nuestro rostro siempre son mucho más marcadas que las que dejan las alegrías, la risa, los buenos momentos, el amor...
Por qué será que los malos momentos siempre calan mucho más profundo? Por qué será que las cicatrices que nos deja el dolor son siempre mucho más duras de borrar o de disimular?
Y los momentos difíciles también van dejando huellas sobre nuestro cuerpo... así como el deporte nos hace ver más saludables, dejando huellas sobre nuestro cuerpo que son notadas por todos, todo nuestro cuerpo va soportando las diferentes huellas...
"El problema son las huellas..."... y vaya si los son!!! Huellas por lo bueno, por lo malo, visibles muchas de ellas, y muy invisibles para los ojos tantas otras, pero que aquellos que nos conocen muy bien pueden detectar "a simple vista" aunque nada pueda verse... a través de nuestro tono de voz, de nuestra mirada, por lo que dejamos que "transpiren" nuestras palabras cuando estamos escribiendo...

jueves, 4 de marzo de 2010

El miedo a enamorarse....

Cual es el peligro de enamorarse?
me pueden decir que no...
me pueden abandonar...
me pueden engañar...
me pueden decir que mi pasión no es correspondida...

Es decir enamorarse es exponerse a fracasar...
Fracasé YO

Por otro lado:

...si lo vivo de manera burocrática:

yo sólo iba pasando...
yo sólo trabajo aquí...
de todas maneras sólo estaba probando...
igual yo ni quería...
si la juego así.... a medias...

Si no me enamoro, si no me la juego, si no quemo las naves...
Cuando no ocurre... el fracaso no es mío !!!


Cada vez son más las personas que escucho que tienen miedo a enamorarse. La mayoría de las veces ese temor es escondido tras discursos como "No quiero hacerte daño"... "No estoy preparado/a para tener a una mujer/hombre en mi vida"... "Sos demasiado buena persona, te merecés un hombre/mujer mejor que yo"... "No estoy solo/a y no puedo dejar a esta persona, porque eso la lastimaría mucho"... y así las excusas que muchas de las personas que conozco ponen son eternas, una larga lista de pretextos para no animarse a jugársela.
No estoy diciendo que cualquiera de las cosas que dicen estén mal... o que no sean ciertas. Tan sólo creo que muchas veces el miedo les paraliza el corazón. Eligen que la cabeza actúe y decida sobre el corazón... ese órgano que muchos sólo toman como el que físicamente les proporciona el motorcito necesario para "vivir" cada día... cuando en realidad es mucho más que eso. Los sentimientos son en realidad los que nos ayudan a relacionarnos, no la razón. Los pensamientos suelen meterse en el medio de cuestiones del amor haciendo que tratemos de racionalizar lo que sentimos, y cuando esto ocurre, suele pasar que frenamos lo que sentimos, no nos permitimos sentir ese raro cosquilleo que nos produce ver a esa persona tan especial; los pensamientos hacen que bloqueemos esa sensación de falta de aire... ese aceleramiento de las pulsaciones...
No podemos prohibirle a nuestro ser sentir... la razón jamás puede. o al menos no debe, ser la que predomine sobre las relaciones humanas. Yo no puedo decidir cuándo enamorarme y cuándo no, qué sentir por el otro, porque los sentimientos nacen... el amor se va construyendo de a poco en le actuar, el interactuar, el compartir, tolerar, comprender... mientras que los pensamientos se analizan, se desglosan, se desmenuzan, siempre tratándoles de encontrar un por qué... el sentir no puede ser analizado.. simplemente ES!
Y todo se resume en el miedo a enamorarse... ya sea por malas experiencias pasadas, por penas y tristezas que nos dejaron cicatrices ya hace mucho olvidadas... y no queremos volver a sentir el mismo dolor, la misma pérdida ni nada que se le parezca.
En lo que a mi respecta, a pesar de lo sufrido, por todo lo vivido, porque aún sigo creyendo en el amor, no tengo miedo a enamorarme... lo que no significa que no tema sufrir... pero siento que aún puedo enamorarme, que tengo el derecho a sentir nuevamente lo que me hiciste sentir...

martes, 2 de marzo de 2010

No te rindas!!


No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.
Mario Benedetti
No te rindas

Desde la última vez que hablamos, hace tan solo unos días, vengo pensando en las palabras justas para regalarte. Y sin quererlo, me topé con este poema de Mario Benedetti. Lo tenía olvidado en un cajón, sabiendo que en algún momento sería el regalo perfecto para esa persona especial... en un momento especial.
Completarlo, explicarlo, descifrarlo... no es necesario... Benedetti se encargó de escribirlo en las más simples palabras... no simples en su contenido sino en su comprensión... porque cada una de sus frases está llena de verdad, de esperanza, de deseo, de objetivos por alcanzar...
Por eso... NO TE RINDAS!!! La fuerza para el cambio está dentro tuyo... un nuevo mañana más claro, más puro, más feliz, es posible, sólo hay que desearlo tanto que podamos lograrlo.
El tiempo todo lo cura... sólo haz lo que tengas que hacer... decidite por el cambio para estar mejor... vas a estar bien...
Sigo pensando que no está bien que vivamos diciendo "Uno se acostumbra a todo"... hay que salir a conquistar el mundo, a hacer de cada día un nuevo comenzar para nosotros, porque no podemos permitir que nuestros deseos se mueran... está prohibido acallar nuestra alma!
Y por sobre todas las cosas... acordate que yo te quiero... y acá estoy para tomar tu mano cuando busques la mía... mi hombro está firme y duro para ser tu sostén... mi corazón está abierto para compartir tu pena si lo necesitás....